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   El municipio de Palacios del Sil, conocido siglos atrás como Ribas de Sil -y que incluía parte del actual municipio de Páramo del Sil- es un territorio salvaje, de los mejor conservados en toda la cordillera Cantábrica. En este apartado solamente se incluyen algunos de sus pueblos -Villarino del Sil, Mataotero, Cuevas del Sil, Tejedo del Sil, Palacios del Sil, Castro y Valdeprado-, que son los que se muestran en el mapa de Muniellos - Fuentes del Narcea. Sería, junto con los ausentes Susañe del Sil y Corbón del Sil, la porción del municipio en la margen derecha (siguiendo el curso de la corriente) del río Sil.

El corazón de la Sierra de Gistredo se encuentra en el municipio de Palacios del Sil. En el claro, Braña de Zarameo; al fondo, Pico Braña la Pena y Pico Chao (Lago), ambos con más de dos mil metros de altura.


   Villarino del Sil, ese casi lacianiego pueblo de Palacios del Sil, se puede considerar como la capital comarcal de la verticalidad. Verticalidad para lo que las montañas de la comarca dan de sí -nunca comparable con las laderas que encontramos en lugares de roca caliza-. Miremos donde miremos, las laderas de las montañas prácticamente caen a plomo. Por encima mismo del pueblo, nos desnucamos intentando atisbar la cumbre del Pico el Miro -Miro de Tejedo o Villarino-; si observamos la montaña opuesta, ya de Laciana, veremos que el denso bosque que allí crece tiene serios problemas para colonizar las empinadísimas laderas; y llevando la vista hacia el sur, camino de Mataotero, el entorno de La Mira -Cuerno del Sil en los mapas- se eleva altísimo sobre el frondoso bosque y se lleva el galardón a la montaña más hermosa de entre todas las panorámicas. Pero hay más: no visible desde Villarino, pero a corta distancia, Peña Negra, un paredón de ciento cincuenta metros de mármol vertical que guarda el vecino pueblo de Mataotero. Para atestiguar todo ello, hay que recordar que el antiguo nombre del pueblo era el de Villarino del Escobio, siendo la palabra escobio sinónimo de desfiladero o garganta. A poca distancia de Villarino, en dirección Laciana, se abre el profundo tajo del desfiladero del Padruño, mucho menos impresionante ahora con la construcción del embalse de Las Rozas y con la descomunal trinchera abierta en la ladera para el paso de la nueva carretera.

Iglesia de San Vicente, en Villarino del Sil. Detrás, con nieve, las estribaciones de La Mira

   Callejeando por el pueblo tendremos la impresión de estar visitando un pueblo del sur de España, no por sus edificaciones, sino por lo apretadas que están, lo estrecho de sus calles y lo compacto del núcleo urbano. Por ello es mejor no aventurarse en su interior con el coche y hay que aparcarlo en el entorno de la iglesia. Recorriendo el pueblo encontraremos la escuela, restaurada y que ahora alberga el Consultorio Médico. Poco más allá, la plaza, con una portería de fútbol sala dibujada en la pared de cemento, y un molino, que aún conserva parte del mecanismo en su interior.

Casa tradicional en la plaza
Ladera de los montes de Rabanal, desde Villarino
El molino en la plaza con el Pico el Miro
Interior del molino
Todos los años, en los meses más fríos del invierno, enfrente de Villarino del Sil aparece esta preciosa cortina de cascadas de hielo


   Aunque en el cartel de la carretera, cuando procedemos desde el norte, indica Cuevas del Sil, el pueblo que aparece es Mataotero, próximo a Cuevas pero ligeramente separado de él. A ambos lados del pueblo, una gran veta de mármol que concluye en el pueblo asturiano de Cerredo es bien visible por las heridas dejadas por algunas canteras y por sus verticales paredes.

Peña Negra, encima de una de las casas de Mataotero
El espolón marmóreo encima del pinar

Río Sil visto desde Mataotero, pero con el Barrio de la Puerta de Cuevas del Sil detrás


   He aquí un pueblo que merece una visita detallada. Tejedo del Sil, cuyo nombre no se corresponde ya con la realidad al haber desaparecido los tejos a los que alude, se encuentra en uno de los valles más interesantes del municipio. Tiene una iglesia de origen románico, una capilla privada, una casona con escudo familiar y es punto de inicio de una ruta fácil que se interna valle arriba en dirección a las tres brañas del pueblo: Vistusel, Fontaninas y Camposagrado.

La Mira -Cuerno del Sil en los mapas- vista desde el cementerio de Tejedo del Sil
Tejedo del Sil
Detalle de uno de sus bosques
Iglesia de Santa Marina, románica
Escudo familiar de la familia García Ortega


   Cuevas del Sil es un pueblo del que es un poco difícil hacerse un esquema mental rápido, dada su fractura en tres núcleos, uno de los cuales es apenas visible y otro tan pegado a Mataotero que se confunde con él. Su nombre se debe a una serie de cuevas que se encuentran en el espolón de mármol que separa Cuevas del Sil de Mataotero, y que procede de las alturas de la Braña del Campo Cuevas. La más conocida, la del Rayo, aparece en casi todos los mapas, aunque hay algunas más.

Cuevas del Sil

   Cuevas del Sil consta de tres barrios: el que se encuentra en la carretera general según procedemos de Palacios del Sil o Barrio del Cuadro; el Barrio de la Puerta, que está prácticamente unido a Mataotero y donde se encuentra un puente medieval; y el Barrio de la Iglesia, por encima de la carretera a doscientos metros de distancia del Barrio del Cuadro según venimos desde el sur. En el Barrio de la Iglesia hay una iglesia románica en estado inicial de ruina, pero que aún conserva la verticalidad. El Barrio del Cuadro, aparte de lo visible desde la propia carretera general tiene una callejuela paralela a ella que parte de la iglesia nueva y en la que encontraremos un hórreo y alguna casa tradicional. Al este del pueblo hay un gran frente montañoso muy vertical completamente tapado con un hermoso bosque de robles. Tras la copiosa nevada caída a mediados de diciembre del año 2008, aún casi un mes después todos los prados entre el pueblo y el río Sil permanecían completamente blancos, debido principalmente a que durante estos meses invernales la luz del sol apenas visita Cuevas del Sil, tan rodeado como está de abruptas laderas.

Hórreo de Cuevas del Sil
El Barrio del Cuadro de Cuevas del Sil


   En la explanada de mayor tamaño que el río Sil permite entre las montañas, desde Villablino hasta Páramo del Sil, se encuentra situado Palacios del Sil, claramente el pueblo más grande del municipio del mismo nombre, del que es cabeza con unos 600 habitantes. Palacios del Sil mantiene una relativa uniformidad en el estilo de sus construcciones, más evidente si callejeamos lejos de la carretera general.

La ermita de San Antolín, con el robledal de Las Molineras de fondo

   Bien merece la pena aparcar el coche y recorrer a pie el trayecto que nos lleva por la carretera de Matalavilla, Valseco y Salientes, hasta que cruza el río Sil. Veremos algún hórreo y el palacio del Marqués del Pino; una fotogénica imagen de la carretera incrustada entre dos altos muros, con la vista de las vegas junto al Sil detrás antes de alcanzar la ermita de San Antolín, con el restaurado lavadero justo al otro lado de la carretera; dos puentes muy antiguos, el primero casi invisible por lo envuelto en la hiedra y el más grande, sobre el río Sil, muy vistoso; antes de llegar a la vía del tren minero, un acceso evita la vía por un túnel a nuestra izquierda y nos lleva a la piscina natural del río Sil. En la ladera que allí comienza, numerosos castaños centenarios tapizan toda la base de la montaña.

Casona en Palacios del Sil
Piscina natural junto al río Sil

   Entrando a Palacios desde el sur o saliendo desde el norte, junto a la carretera se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza, abierto de lunes a viernes por las tardes. En caso de que la puerta esté cerrada, llamando al timbre nos abrirán. Tiene salas dedicadas a la naturaleza, etnografía y un Aula inaugurada más recientemente sobre Eva González, natural de Palacios del Sil y gran escritora en pachuezo, el dialecto local del suroccidente de Asturias y noroccidente de León. Siguiendo un callejón por la parte trasera del Centro de Interpretación y girando a mano izquierda llegaremos enseguida ante la Iglesia de San Roque, de origen románico.

Centro de Interpretación de la Naturaleza
Iglesia de San Roque, románica

   Palacios del Sil es también un importante punto de partida para realizar excursiones a pie por los excelentes montes de su municipio. Del mismo Palacios parten las rutas a la Braña de la Degollada, la de las Brañas de Pedroso y Fontellada o la de las Brañas de Chourinas y Fanales con conclusión en el Cueto del Oso, siendo la primera de ellas la más asequible de las tres y la segunda la más larga. Hay más información en esta misma web sobre ellas en la sección de Rutas.

El puente medieval sobre el río Sil




   A poca distancia del casco urbano de Palacios del Sil encontramos el núcleo de población más encantador y al mismo el más pequeño de todo el municipio: Castro. Para acceder a él hay dos posibles entradas: una por el norte y otra por el sur, interesante de recorrrer cualquiera de ellas. Si entramos por el norte, que es por donde circulan los vehículos hasta Castro, veremos un cortín bien conservado y en funcionamiento a la derecha del camino. Si lo hacemos por el sur, disfrutaremos del bosque de castaños centenarios que envuelve al pueblo. Y cuando lleguemos a él, contemplaremos sus hórreos y sus casas semienvueltas en el bosque.

El pequeño pueblo de Castro, envuelto por castaños centenarios
Hórreo en una de las calles de tierra
Casa abandonada del pueblo
El otro hórreo de Castro


   Después de Salientes, Valdeprado es la población a mayor altitud del municipio de Palacios del Sil, a unos 1.150 metros, y es núcleo más aislado de todos. Su acceso natural es por el sur, a través del largo valle que desemboca en el Sil a la altura de Corbón y Páramo, aunque también está comunicado por el norte por la carretera minera que viene desde Cerredo por el Puerto de San Antón, también conocido como de Valdeprado. La ubicación de este pueblo nos hace pensar que estuviéramos ante una antigua braña que se convirtió en asentamiento permanente, idea que se ve fortalecida viendo que las brañas de Susañe del Sil están a poco más de un kilómetro de distancia y en un emplazamiento similar.

Valdeprado, esparcido en el fondo ancho de un valle de clara erosión glaciar
Puente del antiguo camino a Susañe del Sil
Casa restaurada en Valdeprado

   Valdeprado es un buen punto de partida para iniciar rutas en el gran macizo que se eleva al oeste, con las cimas del Miro de Valdeprado (1.985 m.) y Alcornón de Busmori (1.934 m.) y conocidas lagunas como las de Fasgueo o el Pozo Cheiroso. Sirve también para acceder al Bóveda (1.917 m.) y Miro de Susañe (1.731 m.), por sus rutas más cortas.

La Peña del Boquín (1.985 m.), cumbre gemela del Miro de Valdeprado, desde las proximidades del puerto de San Antón

 
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